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jueves, 26 de abril de 2012

Sexualidad y Autismo



Como personas adultas, basados ya sea en nuestra propia historia, religión, capacitación, tenemos cierta idea de cómo hablar de sexo a los niños, lo que no siempre sabemos es si esta forma que hemos elegido o que pensamos usar es la más adecuada, y si está presente un diagnostico de un trastorno del desarrollo o cualquier discapacidad, es posible que a esas dudas naturales se una la necesidad de valorar o confirmar si eso que creemos saber explicar es válido o no, hasta donde explicar según su edad, su comprensión, su necesidad.

Hace unos días, toda mi pequeña familia asistió a una charla informativa que tenia por tema Sexualidad en Personas con Trastornos del Desarrollo, fue una charla gratuita organizada por los centros de terapias FundaCrystal y Fundasiep. La sexóloga que impartió la charla hizo una sencilla explicación de los conceptos y recomendaciones básicas que deberíamos tener todos los padres para hablar de este tema con nuestros hijos.

Principalmente hizo hincapié hecho de que las personas con trastornos del desarrollo no presentan ningún impedimento que les limite para llegar a disfrutar de una vida sexual activa, que tienen el mismo derecho de todos a la sexualidad y a la reproducción, siempre y cuando ellos lo deseen y los padres debemos prepararlos para ello, brindarle de forma adecuada, continua y oportuna la formación en sexualidad.

Explico que no se debe esperar a que el niño sea “grande” o “comprenda mejor” para hablarle de sexo, esto debe ser visto en el hogar como algo natural y fisiológico, y las preguntas vinculadas con el sexo no deben ser disimuladas o extinguidas, deben ser respondidas con la verdad de acuerdo  a la edad del niño y deben ser manejadas sin reflejar sorpresa o vergüenza pues reaccionar de forma exagerada o negativamente o incluso evadir el tema convierte en tabu al sexo, y comienza a ser percibido por el niño como algo “malo” y eso crea frustraciones que van afectando la salud sexual de la persona.
Según la exposición, educar sobre sexualidad comienza desde que le enseñamos al niño como se llaman las partes de su cuerpo, las cuales deben ser llamadas por su nombre real (pene, vagina, pechos) y evitar usar metáforas o sobrenombres, nada del “bichito”, “palomita”, “pajarito”, “el cosito”, la totona, la cochita, la florecita” etc…

Sexualidad también es mostrarle al niño como va al baño la hembra y como va al baño el varón, es darle pautas para que se vaya formando el rol de la persona según su genero sin forzarle y sin crearle ideas erróneas, por ejemplo, sin un niño desea jugar con una muñeca, no debe decírsele al niño que no lo debe hacer porque es “malo”, se debe mostrar que cambiar un pañol es algo normal, pero se debe promover el juego desde el rol que le corresponda a cada niño dependiendo si es hembra o varón.  

Entendí que se debe promover que el niño juegue con carros y la niña juegue con muñecas pero sin forzarlo a ello y sin hacerle ver que es algo malo que una mujer maneje o que un hombre le dé un tetero a un bebé.

Frente a las conductas exploratorias del cuerpo del niño o del adolescente, o de la masturbación, la sexóloga explico, que es falso que en las personas con discapacidad haya “mayor deseo sexual”, lo que ocurre es que hay menor inhibición o menor capacidad de comprensión de lo que es socialmente aceptado, por lo que los padres deben enseñar a sus hijos la forma correcta de masturbarse, sin que se hagan daño y puedan ir asociando el sexo al dolor, por ende sexo es igual a malo, así como el lugar adecuado para hacerlo, (en privado, en su habitación, el baño, etc) y la higiene que deben tener después de esta acción.

Me gusto mucho que la profesional aclaro que el sexo es un instinto fisiológico del ser humano y que la creencia de que “seguro lo vio en algún lado y por eso lo está haciendo” no tiene porque ser verdad, el niño explora su cuerpo y al sentir placer aprende a tocarse los genitales, no necesariamente “tiene que haber visto algo”. Recordé de inmediato a una mama que me dijo muy apenada que una terapeuta de su hijo le dijo que el niño trataba de agarrarle los pechos y de frotarse contra ella y que la terapeuta le pregunto a la mama si el niño dormía con sus padres y que si era posible que los hubiera “visto haciendo algo”, incluso estaba dolida porque sentía que a pesar de que había negado y explicado que ellos eran muy cuidadosos y respetuosos con el niño, sentía que la terapeuta seguía dudando de sus palabras.

Otro tema tratado fue el de la necesidad de enseñarle sobre la protección durante el acto sexual, el uso de preservativos y de métodos anticonceptivos, que no solo hay que enfocarse en el riesgo del SIDA sino también de enfermedades venéreas.

 Enseñarles a tener intimidad y cuidarse de abusos sexuales, que alrededor de los 5 años ya se debe ir dándole la mayor autonomía posible para que vayan comprendiendo su derecho a la privacidad.
Aquí comente que Diego de forma natural, una vez que dominó el sentarse solo en el sanitario, comenzó a pedir que me saliera del baño, y como ahora pide que también le deje limpiarse el mismo, y yo le estoy dejando hacerlo solo, aunque luego que el se limpia yo iba y lo “repasaba”. También recordé que una amiga que estuvo 2 años viviendo en Londres y me conto que en la guardería donde llevaba a la niña, tenían sanitarios pequeños e incentivaban a los niños para que fueran solos y se limpiaran ellos mismos, y no los “repasaban” luego supongo que para evitar darle el mensaje inconsciente de que “no lo había hecho bien”, por esto, mientras la niña aprendía a limpiarse, era frecuente que llegara a casa con una que otra mancha en su ropa interior, producto de ese aprendizaje. Ahora comprendo lo tonta que he sido, cuando Diego me pide la toalla húmeda para limpiarse, yo tengo que dársela y explicarle que le iré pasando toallas hasta que el se pase la toallita y esta se muestre limpia, ¡no cohibirlo en su aprendizaje diciéndole que él se puede pasar una y yo las demás!
La sexóloga explico que es adecuado que sea el padre quien le hable al hijo y la madre a la hija sobre sexualidad, pues se hace mas fluida la comunicación, es más difícil que un joven le hable a la madre sobre erecciones matutinas y sabanas mojadas, a que un papa le explique al niño que esto es natural y que si esto sucede solo debe quitar la sabana y tirarla al cesto de la ropa sucia y bañarse. De igual forma las madres deben iniciar a hablar de la menstruación a la niña alrededor de los 8 años, no esperara a que llegue la menstruación para explicarlo.

Mi esposo le hizo la siguiente pregunta a la sexóloga:

-¿Qué debo hacer si un día mi hijo me dice: papá yo quiero tener relaciones sexuales?, ¿Qué hago… le busco una prepago (trabajadora sexual)?
-Si, existen trabajadoras sexuales que se le  capacita para manejar estos casos- fue la respuesta de la profesional

La sexóloga logro un ambiente relajado y desinhibido por lo que los padres y madres asistentes, pudieron aclarar más dudas, como si ese era el caso extremo en el que el chico no tuviera novia o si era una forma de educarlo para saber ejecutar el acto sexual etc y fue muy provechoso y esclarecedor.
Sobre la pregunta de qué pasa si la persona con discapacidad concibe un hijo, la profesional dijo que era decisión de cada familia saber afrontar esa situación, que aunque los padres no duran para siempre, las personas con discapacidad tienen derecho a la reproducción y que solo un porcentaje no mayor al 15% pueden heredar las condiciones de los padres.

Alguien comento sobre cómo manejar el rechazo que presentan algunas personas con TEA o con Asperger al contacto físico y la respuesta la dio la terapista ocupacional presente, que recomendó mucha terapia de integración sensorial.

Para los casos de masturbación en momentos o sitios inadecuados, había docentes que expresaron dudas sobre cómo manejar esa situación en su aula de clases, se recomendó tratar de anticipar la conducta para evitar que se dé la situación, la indicación es distraer al niño con otra actividad para que deje de hacer la no deseada pero sin criminalizar el acto que realiza, sin que –como ya lo mencione- lo perciba como algo prohibido. También me parece interesante comentar para la guia de otros, que la sexologa oriento  a una mama que explico, que había castigado a su niña por haberse besado en la boca con un amiguito, ademas de un regaño que incluía el típico "eso es malo", "eso no se hace", le había sacado de la cama, pues hasta ese momento dormían juntas y la mando a dormir de ahora en adelante en su propio cuarto, la especialista indico que lo correcto es informarle al niño cual es la conducta adecuada: Los amiguitos deben besarle en la mejilla porque ella es una hermosa princesita!!!

A todas estas Diego estaba escuchándolo todo, y aunque se aburría a ratos y comenzaba a hacer trompetillas con su boca, resulto que estaba bien interesado en el tema, y al día siguiente me dijo que se quería bañar solo, ¡Vaya! Me sorprendió porque ya Diego pasó la etapa en la que amaba el baño, ahora está bastante remolón para el agua, pareciera que bañarse le resta tiempo de sus juegos y de ver la tv y hay que rogarle que entre al baño. Como la sexóloga explico que si se tiene temor a que se caiga en el baño, pues algunos niños como Diego tienen déficit motores, se le podía ofrecer una silla, eso hice, le ofrecí un pequeño banquito y Diego se sentaba allí a ratos y se fue bañando, de vez en cuando yo entraba para asegurarme de que todo iba bien y le pedía que me mostrara como se lava sus partes, Diego se ponía jabón y se lavaba, es que si no le recuerdo las otras partes de su cuerpo se queda en puro enjabonarse la barriga y el pene.

No sabía si interpretar esto como resultado de lo que escucho en la charla, pero al día siguiente no quedo dudas, por el apuro lo metí a bañarse conmigo y le dije que le iba a ayudar a lavarse el pene por dentro, muy relajado me dijo que si, y yo sostuve la piel que cubre el glande y el muy presto se lavo con jabón muy bien, algo que antes era bastante problemático.

Para terminar de aclarar que si entendió la charla, ha estado desvistiéndose sin ayuda cuando esta de humor y le toca cambio de ropa, y durante la tarde fue el solo varias veces a orinar, de regreso del baño me decía no solo que había orinado sino: ¡Yo solo! Y ¡Soy un niño grande!

Solo que ese impulso le duro 3 días, ¡ya se acordó que es más cómodo que yo le ayude a bajarse el pantalón!

Sé que es algo que debemos ir trabajando diariamente, pero me siento tranquila al ver que Diego comprende muy bien los conceptos que debería estar manejando para su edad: reconoce muy bien los géneros, maneja los términos correctos, colabora o intenta hacer solo su higiene personal, explora sus genitales sin mostrar interés excesivo y no tiene prejuicios o no percibe de forma negativa su sexualidad, aunque aun no sepa exactamente que se trata de su sexualidad.

De ahora en adelante en aquellas ocasiones cuando le encuentre viendo TV y con las manos dentro de su pantalón estirándose el pellejo como si fuera un chicle, ya sé que no debo decirle un angustioso ¡Sácate la manoooooo! Sino llamar su atención en otra actividad o simplemente interrogarlo sobre algún tema de su máximo interés, por ejemplo Dinosaurios, Trenes, Power Rangers… para que él solo saque su manito sin percibir que lo que está haciendo es algo “malo”, solo ¡inadecuado para la sala de la casa!

Uy, leo y creo que me he pasado de desinhibida pero rayos ya lo escribí y creo que es parte de la realidad y de la educación sexual que debemos saber dar a nuestros hijos y sé que muchas familias también tendrán sus dudas y sus experiencias para compartir.

3 comentarios:

  1. Yo creo que todos nos cuesta mucho hablar de sexualidad, y para los niños son cosas muy naturales. Lo veo en mi pequeño que me pregunta sin pudor las partes del cuerpo (las mías y las de él), jejeje... Pero qué bien una plática enfocada a niños con discapacidad, a veces escuchamos comentarios como el que tú comentas o que "son como angelitos", y no.
    Besos a Diego :D
    PD. Qué bueno que te animaste a escribir del tema.

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  2. Jeje, releo mi comentario y veo necesario hacer una aclaración... todos los niños son como angelitos, pero ninguno es asexual... perdón, es que por andar con prisas no aclaro.

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  3. Hola Betza, excelente entrada..y muy necesaria. El tema no es fácil para los padres. Hay que trabajarlo porque cuando uno menos lo espera llega la necesidad de intervenir adecuadamente. Un abrazo. Carmen

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Tu comentario me alienta y me hace sentir acompañada muchas gracias por compartir tu opinión, es muy importante para mi.

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