Como personas adultas, basados ya sea en nuestra propia historia,
religión, capacitación, tenemos cierta idea de cómo hablar de sexo a los niños,
lo que no siempre sabemos es si esta forma que hemos elegido o que pensamos
usar es la más adecuada, y si está presente un diagnostico de un trastorno del
desarrollo o cualquier discapacidad, es posible que a esas dudas naturales se
una la necesidad de valorar o confirmar si eso que creemos saber explicar es válido
o no, hasta donde explicar según su edad, su comprensión, su necesidad.
Hace unos días, toda mi pequeña familia asistió a una charla
informativa que tenia por tema Sexualidad en Personas con Trastornos del Desarrollo,
fue una charla gratuita organizada por los centros de terapias FundaCrystal y
Fundasiep. La sexóloga que impartió la charla hizo una sencilla explicación de los
conceptos y recomendaciones básicas que deberíamos tener todos los padres para
hablar de este tema con nuestros hijos.
Principalmente hizo hincapié hecho de que las personas con
trastornos del desarrollo no presentan ningún impedimento que les limite para llegar
a disfrutar de una vida sexual activa, que tienen el mismo derecho de todos a
la sexualidad y a la reproducción, siempre y cuando ellos lo deseen y los
padres debemos prepararlos para ello, brindarle de forma adecuada, continua y
oportuna la formación en sexualidad.
Explico que no se debe esperar a que el niño sea “grande” o “comprenda
mejor” para hablarle de sexo, esto debe ser visto en el hogar como algo natural
y fisiológico, y las preguntas vinculadas con el sexo no deben ser disimuladas
o extinguidas, deben ser respondidas con la verdad de acuerdo a la edad del niño y deben ser manejadas sin
reflejar sorpresa o vergüenza pues reaccionar de forma exagerada o
negativamente o incluso evadir el tema convierte en tabu al sexo, y comienza a
ser percibido por el niño como algo “malo” y eso crea frustraciones que van
afectando la salud sexual de la persona.
Según la exposición, educar sobre sexualidad comienza desde que
le enseñamos al niño como se llaman las partes de su cuerpo, las cuales deben
ser llamadas por su nombre real (pene, vagina, pechos) y evitar usar metáforas o
sobrenombres, nada del “bichito”, “palomita”, “pajarito”, “el cosito”, la
totona, la cochita, la florecita” etc…
Sexualidad también es mostrarle al niño como va al baño la
hembra y como va al baño el varón, es darle pautas para que se vaya formando el
rol de la persona según su genero sin forzarle y sin crearle ideas erróneas,
por ejemplo, sin un niño desea jugar con una muñeca, no debe decírsele al niño
que no lo debe hacer porque es “malo”, se debe mostrar que cambiar un pañol es
algo normal, pero se debe promover el juego desde el rol que le corresponda a
cada niño dependiendo si es hembra o varón.
Entendí que se debe promover que el niño
juegue con carros y la niña juegue con muñecas pero sin forzarlo a ello y sin
hacerle ver que es algo malo que una mujer maneje o que un hombre le dé un
tetero a un bebé.
Frente a las conductas exploratorias del cuerpo del niño o del
adolescente, o de la masturbación, la sexóloga explico, que es falso que en las
personas con discapacidad haya “mayor deseo sexual”, lo que ocurre es que hay
menor inhibición o menor capacidad de comprensión de lo que es socialmente
aceptado, por lo que los padres deben enseñar a sus hijos la forma correcta de
masturbarse, sin que se hagan daño y puedan ir asociando el sexo al dolor, por
ende sexo es igual a malo, así como el lugar adecuado para hacerlo, (en
privado, en su habitación, el baño, etc) y la higiene que deben tener después de
esta acción.
Me gusto mucho que la profesional aclaro que el sexo es un
instinto fisiológico del ser humano y que la creencia de que “seguro lo vio en algún
lado y por eso lo está haciendo” no tiene porque ser verdad, el niño explora su
cuerpo y al sentir placer aprende a tocarse los genitales, no necesariamente “tiene
que haber visto algo”. Recordé de inmediato a una mama que me dijo muy apenada que
una terapeuta de su hijo le dijo que el niño trataba de agarrarle los pechos y
de frotarse contra ella y que la terapeuta le pregunto a la mama si el niño dormía
con sus padres y que si era posible que los hubiera “visto haciendo algo”,
incluso estaba dolida porque sentía que a pesar de que había negado y explicado
que ellos eran muy cuidadosos y respetuosos con el niño, sentía que la
terapeuta seguía dudando de sus palabras.
Otro tema tratado fue el de la necesidad de enseñarle sobre
la protección durante el acto sexual, el uso de preservativos y de métodos anticonceptivos,
que no solo hay que enfocarse en el riesgo del SIDA sino también de
enfermedades venéreas.
Enseñarles a tener
intimidad y cuidarse de abusos sexuales, que alrededor de los 5 años ya se debe
ir dándole la mayor autonomía posible para que vayan comprendiendo su derecho a
la privacidad.
Aquí comente que Diego de forma natural, una vez que dominó
el sentarse solo en el sanitario, comenzó a pedir que me saliera del baño, y
como ahora pide que también le deje limpiarse el mismo, y yo le estoy dejando
hacerlo solo, aunque luego que el se limpia yo iba y lo “repasaba”. También recordé
que una amiga que estuvo 2 años viviendo en Londres y me conto que en la guardería
donde llevaba a la niña, tenían sanitarios pequeños e incentivaban a los niños
para que fueran solos y se limpiaran ellos mismos, y no los “repasaban” luego supongo
que para evitar darle el mensaje inconsciente de que “no lo había hecho bien”,
por esto, mientras la niña aprendía a limpiarse, era frecuente que llegara a
casa con una que otra mancha en su ropa interior, producto de ese aprendizaje. Ahora
comprendo lo tonta que he sido, cuando Diego me pide la toalla húmeda para
limpiarse, yo tengo que dársela y explicarle que le iré pasando toallas hasta
que el se pase la toallita y esta se muestre limpia, ¡no cohibirlo en su
aprendizaje diciéndole que él se puede pasar una y yo las demás!
La sexóloga explico que es adecuado que sea el padre quien
le hable al hijo y la madre a la hija sobre sexualidad, pues se hace mas fluida
la comunicación, es más difícil que un joven le hable a la madre sobre
erecciones matutinas y sabanas mojadas, a que un papa le explique al niño que esto
es natural y que si esto sucede solo debe quitar la sabana y tirarla al cesto
de la ropa sucia y bañarse. De igual forma las madres deben iniciar a hablar de
la menstruación a la niña alrededor de los 8 años, no esperara a que llegue la menstruación
para explicarlo.
Mi esposo le hizo la siguiente pregunta a la sexóloga:
-¿Qué debo hacer si un día mi
hijo me dice: papá yo quiero tener relaciones sexuales?, ¿Qué hago… le busco
una prepago (trabajadora sexual)?
-Si, existen trabajadoras
sexuales que se le capacita para manejar
estos casos- fue la respuesta de la profesional
La sexóloga logro un ambiente relajado y desinhibido por lo
que los padres y madres asistentes, pudieron aclarar más dudas, como si ese era
el caso extremo en el que el chico no tuviera novia o si era una forma de
educarlo para saber ejecutar el acto sexual etc y fue muy provechoso y
esclarecedor.
Sobre la pregunta de qué pasa si la persona con discapacidad
concibe un hijo, la profesional dijo que era decisión de cada familia saber
afrontar esa situación, que aunque los padres no duran para siempre, las
personas con discapacidad tienen derecho a la reproducción y que solo un
porcentaje no mayor al 15% pueden heredar las condiciones de los padres.
Alguien comento sobre cómo manejar el rechazo que presentan
algunas personas con TEA o con Asperger al contacto físico y la respuesta la
dio la terapista ocupacional presente, que recomendó mucha terapia de integración
sensorial.
Para los casos de masturbación en momentos o sitios inadecuados,
había docentes que expresaron dudas sobre cómo manejar esa situación en su aula
de clases, se recomendó tratar de anticipar la conducta para evitar que se dé
la situación, la indicación es distraer al niño con otra actividad para que
deje de hacer la no deseada pero sin criminalizar el acto que realiza, sin que –como
ya lo mencione- lo perciba como algo prohibido. También me parece interesante comentar para la guia de otros, que la sexologa oriento a una mama que explico, que había castigado a su niña por haberse besado en la boca con un amiguito, ademas de un regaño que incluía el típico "eso es malo", "eso no se hace", le había sacado de la cama, pues hasta ese momento dormían juntas y la mando a dormir de ahora en adelante en su propio cuarto, la especialista indico que lo correcto es informarle al niño cual es la conducta adecuada: Los amiguitos deben besarle en la mejilla porque ella es una hermosa princesita!!!
A todas estas Diego estaba escuchándolo todo, y aunque se aburría
a ratos y comenzaba a hacer trompetillas con su boca, resulto que estaba bien
interesado en el tema, y al día siguiente me dijo que se quería bañar solo, ¡Vaya!
Me sorprendió porque ya Diego pasó la etapa en la que amaba el baño, ahora está
bastante remolón para el agua, pareciera que bañarse le resta tiempo de sus
juegos y de ver la tv y hay que rogarle que entre al baño. Como la sexóloga explico
que si se tiene temor a que se caiga en el baño, pues algunos niños como Diego
tienen déficit motores, se le podía ofrecer una silla, eso hice, le ofrecí un
pequeño banquito y Diego se sentaba allí a ratos y se fue bañando, de vez en
cuando yo entraba para asegurarme de que todo iba bien y le pedía que me
mostrara como se lava sus partes, Diego se ponía jabón y se lavaba, es que si
no le recuerdo las otras partes de su cuerpo se queda en puro enjabonarse la
barriga y el pene.
No sabía si interpretar esto como resultado de lo que
escucho en la charla, pero al día siguiente no quedo dudas, por el apuro lo metí
a bañarse conmigo y le dije que le iba a ayudar a lavarse el pene por dentro,
muy relajado me dijo que si, y yo sostuve la piel que cubre el glande y el muy
presto se lavo con jabón muy bien, algo que antes era bastante problemático.
Para terminar de aclarar que si entendió la charla, ha
estado desvistiéndose sin ayuda cuando esta de humor y le toca cambio de ropa, y
durante la tarde fue el solo varias veces a orinar, de regreso del baño me decía
no solo que había orinado sino: ¡Yo solo! Y ¡Soy un niño grande!
Solo que ese impulso le duro 3 días, ¡ya se acordó que es más
cómodo que yo le ayude a bajarse el pantalón!
Sé que es algo que debemos ir trabajando diariamente, pero
me siento tranquila al ver que Diego comprende muy bien los conceptos que debería
estar manejando para su edad: reconoce muy bien los géneros, maneja los términos
correctos, colabora o intenta hacer solo su higiene personal, explora sus
genitales sin mostrar interés excesivo y no tiene prejuicios o no percibe de
forma negativa su sexualidad, aunque aun no sepa exactamente que se trata de su
sexualidad.
De ahora en adelante en aquellas ocasiones cuando le
encuentre viendo TV y con las manos dentro de su pantalón estirándose el
pellejo como si fuera un chicle, ya sé que no debo decirle un angustioso ¡Sácate
la manoooooo! Sino llamar su atención en otra actividad o simplemente
interrogarlo sobre algún tema de su máximo interés, por ejemplo Dinosaurios,
Trenes, Power Rangers… para que él solo saque su manito sin percibir que lo que
está haciendo es algo “malo”, solo ¡inadecuado para la sala de la casa!
Uy, leo y creo que me he pasado de desinhibida pero rayos ya
lo escribí y creo que es parte de la realidad y de la educación sexual que
debemos saber dar a nuestros hijos y sé que muchas familias también tendrán
sus dudas y sus experiencias para compartir.
Yo creo que todos nos cuesta mucho hablar de sexualidad, y para los niños son cosas muy naturales. Lo veo en mi pequeño que me pregunta sin pudor las partes del cuerpo (las mías y las de él), jejeje... Pero qué bien una plática enfocada a niños con discapacidad, a veces escuchamos comentarios como el que tú comentas o que "son como angelitos", y no.
ResponderEliminarBesos a Diego :D
PD. Qué bueno que te animaste a escribir del tema.
Jeje, releo mi comentario y veo necesario hacer una aclaración... todos los niños son como angelitos, pero ninguno es asexual... perdón, es que por andar con prisas no aclaro.
ResponderEliminarHola Betza, excelente entrada..y muy necesaria. El tema no es fácil para los padres. Hay que trabajarlo porque cuando uno menos lo espera llega la necesidad de intervenir adecuadamente. Un abrazo. Carmen
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