Cuando era una niña me regalaron un peluche pijamero, tenía
un discreto cierre en la espalda y por allí
se supone que metes la pijama al quitártela por la mañana, y luego de arreglar
la cama pones el peluche sobre esta adornándola, al llegar la noche cuando te
vas a acostar sacas tu pijama del peluche y la vuelves a usar.
Es una forma linda y practica de guardar la pijama durante
el día, aunque es más popular guardarla bajo la almohada; pero yo nunca use el
peluche pijamero mas que para adornar la cama, porque mi abuela por la mañana se
llevaba al cesto de la ropa sucia la pijama que me quitaba y cada noche me traía
pijama y ropa interior limpia para dormir. Yo no conocía otra cosa, así crecí y
para mí eso era lo normal y nunca cruzo por mi mente un pensamiento ecológico de
ahorro de agua, energía, jabón, desgaste de la ropa. No era tema que discutiera
ni del que tuviera alguna duda, era algo que hacía en automático.
Cuando pase a ser mujer casada, luego de un tiempo comencé a
notar que mi marido cada cierto tiempo
me preguntaba exasperado: ¿Y el pijama que deje aquí? ¿Y la franela que me puse
anoche? , la lave claro -era mi respuesta, un poco sorprendida de que mi marido
tuviera ese tono que se parecía mucho al desconcierto o tal vez si lo uno con
su mirada, era más la expresión del que esta ante un loco maniático… y
peligroso.
Pase por varias
etapas antes de llegar a la conclusión de que a él simplemente le
gustaba usar varias veces un pijama, antes de eso pensé que quizás no tenía
muchas y comencé a comprarle pijamas, luego comencé a variar el tipo de pijamas
por si acaso no había atinado con las que le parecían mas cómodas, y todo esto
lo hacía de forma inconsciente, en algún momento entendí que era una cosa de
costumbre y que mi marido se sentía cómodo usando 2 o 3 veces una misma pijama,
que era una cosa parecida al ahorro energético y reciclaje.
Entonces fui yo la que pase a tener el tono exasperado
cuando preguntaba: ¿Esto está limpio o está sucio? Hasta que finalmente comprendí
que lo simple y correcto era esperar a que mi esposo decidiera cuando quería meter
en el cesto de la ropa sucia su pijama y fin del dilema.
Ahora piensen en esto: ¿Que creen que hace Diego cada noche
y cada mañana?
¡Se saca toda la ropa y pide ropa limpia!
Cada noche usa un pijama y ropa interior limpios, y cada
mañana al quitarle esa ropa, vuelve a pedir cambio total de ropa limpia. Si va
al baño y alguna gota se cae en su interior… cambio de ropa total. Si hace
pupú, como se le lava el culete… ¡cambio de ropa total!
En parte es por su pensamiento lógico, si lo uso está sucio,
si cayo una gota o dos igual es sucio, si se puso la ropa al mismo tiempo no
puede estar una parte limpia y otra sucia. Y por otro lado es simplemente lo
que el observa, el modelo que recibe de quien pasa más tiempo con él y quien lo
cambia mayor número de veces durante el día, o sea: yo.
Durante años estuve en automático cambiándole totalmente cada
noche o cada vez que derramaba un poco de bebida en su camisa y ahora cuando sería
conveniente que reusara un pantalón del uniforme escolar o una pijama, Diego me
explica que no lo va a hacer porque buaagggg (esta sucio).
Así que cuando viajamos por ejemplo, si vamos a pasar 3
noches fuera, son 3 pijamas para cada uno y 2 mudas de ropa por día mas un
factor de seguridad por si se moja, se mancha etc. El equipaje de Diego y mío, siempre
va en maletas extra grande. Y en el fondo del bolso del colegio hay un cambio
total de ropa para Diego, medias, interior, camisa y pantalón… por si una
mancha cae en su pancita o una gotita se escapa al ir al baño y a Diego le da
el ataque de buaaaggg.
Si un día Diego se casa con una chica normalmente ecológica,
espero que deduzca rápido que la pijama bajo la almohada no es un signo de
falta de higiene o flojera de lavar, sino cosas del reciclaje y apoyo para
salvar a nuestro mundo.
No puedo negar, que como siempre me gusto tu entrada y, en esta caso me reí mucho,pues uno de mis hermanos es "poco ecológico"
ResponderEliminarPor cierto, creo que tienes un duende en tu Blog: http://sanbruja.blogspot.com/2011/12/mi-blog-tiene-duende.html
jajajaja... por momentos crei que me describías, porque yo con mis enanas todas las noches les cambiaba pijama...imaginate los volcanes de ropita (si, multiplicados por 2), además sumemos que como no salían, pasaban un buen rato con la pijama al levantarse, pero ahora que han crecido y van al kinder, ya les dejo la pijama dos o tres días (eso, si no sucede algún "accidente") y ellas lo ven normal, creo que ni se fijan que es la misma del día anterior..... :)
ResponderEliminarBonita entrada, me haces sentir acompañada ... jajajajja
Un abrazo...
Pasé para desearles un excelente 2012!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarAbrazos!
Fabi y Valen
Oye no podrias llevar la ropa que en realidad no esta sucia a otro cuarto y solo sacudirla y doblarla nuevamente en su cajon? Como sugerencia para ahorrar agua, tiempo, trabajo... Abrazos a ti y a Diego hermoso
ResponderEliminarNunca había escuchado hablar de un peluche pijamero. Me ha gustado mucho la idea aunque no se si yo lo utilizaría, mas que nada por aquello de airear la ropa. Por casualidad llegué a tu blog y esta entrada en me ha encantado. Un Saludo!
ResponderEliminarYaneth
http://yanethpoints.blogspot.com/
jajajaja!!! Imagino la cara de tu marido cada noche preguntando por su pijama, jajaja!!!
ResponderEliminarEspero que estén muy bien!!!
Besos
Fabi y Valen
Esa foto de Diego con un bebé, es de su nuevo hermanit@?!!!!!!! Ohhh!!! que alegría si es así!!!!!! y que carita tiene Diegoooooo.... jajajjajja, me alegro mucho... que felicidad.
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